Todos hemos leído mucho respecto al lockout de la NFL. Personalmente, todo lo que he podido. Y he tenido la oportunidad de comprobar cómo el bando de los jugadores es el que atrae más simpatías, el que menos, Roger Goodell y los owners van pasando sin demasiada pena ni gloria a pesar de ser quienes han tomado la iniciativa de lockout. Quizá sea porque, en general, uno tiende inocentemente a creer que estamos ante el clásico conflicto entre trabajadores y empresarios (por no hablar de quienes se remiten a la lucha de los proletarios contra el capital explotador); Dios conserve la candidez humana!. Asumamos de entrada que en la NFL hay cuatro factores imprescindibles: organización (NFL), propietarios (Franquícias), jugadores (Profesionales de élite) y afición. A los tres primeros les importa, además de la propia competición, el sabor de la victoria y otras cursiladas, conseguir los mayores ingresos posibles. El cuarto factor es el único que siente, padece y paga, directa o indirectamente, todo este circo.