Es un clásico. No únicamente de esta temporada sino a lo largo de los últimos años. El equipo de San Diego Chargers se empeña en imitar el funcionamiento de los motores diesel, de difícil arranque en frío pero cuyo rendimiento progresa, de menos a más, conforme pasan los kilómetros. Lo mismo sucede con el equipo de Norv Turner. Y este año no va a ser diferente; desde que empezó la liga y hasta finales de octubre, los Chargers mostraron su habitual irregularidad; se impusieron a Jaguars y Cardinals pero sucumbieron ante Chiefs, Seahawks, Raiders, Rams y Patriots. Dos victorias y cinco derrotas hacían pensar que este sería un nuevo annus horribilis para los de la costa oeste.