PREVIA DE LA SUPER BOWL XVLI
New York Giants versus New England Patriots
Incontables han sido las ocasiones en las que se ha descrito al football americano como el "ajedrez humano". Tras abusar de la comparación, la analogía traspasó la frontera del topicazo para caer en el hastío y el posterior abandono. Pero ello no implica que no podamos recurrir a ella en ocasiones excepcionales, más si lo que el próximo domingo suceda en el Lucas Oil Stadium de Indianapolis sea la más grande partida de ajedrez jamás librada.
Por primera vez en muchos años los New England Patriots acuden a una Super Bowl sin ostentar la condición de claro favorito. Es cierto que los resultados cosechados, tanto en la regular season como en las rondas de playoffs, son incontestables pero es igualmente acertado que cualquier aficionado a la NFL podría hoy recitar de carrerilla las lagunas del juego de los Pats. En este rush final, cinco cuartos les han llevado hasta la cita del próximo domingo: un primero contra los Denver Broncos -que es el tiempo que razonablemente podemos considerar como "partido"- y cuatro más contra los Baltimore Ravens resuelto por la tragedia de Billy Cundiff. Por el contrario, los New York Giants llegan a la cita con una trayectoria más irregular pero claramente creciente. Tanto es así que muchos son los que hoy les adjudican el rol de "máximo favorito" al Vince Lombardi, más aún considerando la entidad de los rivales que han dejado en el camino: Atlanta Falcons, Green Bay Packers y San Francisco 49ers.
A ambos lados del tablero, dos grandes maestros se disponen a dar toda una exhibición en esto del football. Dos mentes excepcionalmente brillantes del deporte americano a los que, por sus saber y experiencia, resulta misión imposible sorprender con algún detalle imprevisto. De un lado, Bill Belichick, el genio, el mago, el hacedor de equipos victoriosos, el creador de "almas y mentes". Como los buenos ajedrecistas, un cerebro privilegiado, capaz de anticiparse a los hechos y gestionar el vestuario como pocos han sabido hacer a lo largo de la historia de la NFL. En el extremo opuesto, Tom Coughlin, un veterano de los campos de fútbol, curtido en mil batallas, la gran mayoría de ellas abandonándolas con el puño de la victoria en alto. Su severidad, exigencia y atención por el menor de los detalles le ha valido la denominación de "Coronel Coughlin". Él será el representante de lo que durante semanas hemos venido en describir como "el fútbol tradicional", aquel que combina defensas dominantes con ataques capaces de desplegar un juego de pase y carrera. Equilibrio, presión, exigencia máxima y una capacidad de lucha que no puede conocer límites.
Ambos entrenadores son herederos naturales de las enseñanzas de su maestro común, otro genio del football llamado Bill Parcells, para quien sirvieron en los tiempos de éste al frente de los New York Giants. La disciplina, el esfuerzo, el estudio de las debilidades contrarias y de la mejor forma de explotarlas, de los propios puntos fuertes y débiles son elementos que forman parte del conocimiento común que tanto Belichick como Coughlin han aprendido y desarrollado por caminos diferentes pero bajo unos mismos principios. Tanto el head coach de los Patriots como el de los Giants, han jugado ya centenares, incluso miles de ocasiones, en sus mentes y en sus pizarras, la edición XLVI de la próxima Super Bowl. Es tal el conocimiento que de sus propias fuerzas y de las contrarias han alcanzado que si decidieran intercambiar sus posiciones en la banda, nadie sería capaz de percibir ninguna diferencia. Ese es el mismo nivel de preparación y conocimiento que se requiere para afrontar cualquier competición, menos significa perder.
Como los grandes maestros del ajedrez, saben que la clave del éxito adelantarse al rival, sorprenderle con la peor de sus medicinas, adentrarse en la mente del contrario y anticipar sus movimientos. Es un juego táctico y estratégico, pero también psicológico. A estas alturas habrán considerado cada situación, cada movimiento y las posibles respuestas. ¿Quien será capaz de ir un paso por delante?. Os invito a uniros en este análisis -dividido en tres partes- y considerar cada una de las facetas del juego de ambas escuadras y las posibles respuestas del rival. Quizá seáis capaces de dar con la clave que decida un título de la NFL.
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