Veinte años atrás, con el doble de pelo y la mitad de kilos; esa es la imagen con la que el destino me castigó ayer por la tarde cuando, inconsciente de mi, cometí el error, craso error, de abrir uno de esos álbum de fotos que deberían ser custodiados por un regimiento de alabarderos y guardados bajo siete llaves en el fondo del océano. La fotografía en cuestión corresponde al caluroso agosto de 1993 cuando, acompañado por dos amiguetes igualmente enfermos de fútbol americano, asistimos al primer American Bowl que aterrizaba en la Ciudad Condal. El encuentro no tuvo nada de particular y los 49ers dieron buena cuenta de los Steelers aunque para nosotros supuso nuestro bautizo de fuego en el mundo de la NFL y, al mismo tiempo, estar "cerca" de aquellos grandiosos jugadores que tantas veces habíamos visto por televisión.
Todo empezó con aquellas míticas retransmisiones que TV3 decidió realizar, capitaneadas por Eduard Berraondo, ¿o era Eduard Boet?, primero de la Super Bowl y con posterioridad, de toda la regular season; estamos hablando, ni más, ni menos, de mediados de los ochenta. De forma buscada o no lo cierto fue que aquellos partidos emitidos parcialmente a horas intempestivas -mediatarde de los sábados- crearon una especie de vivero del que muchos saldríamos para echar nuestras propias raíces en el mundo NFL. Personalmente recuerdo sentirme impactado viendo como la nevera Perry reventaba la defensa de los Patriots en la final de 1986 o a los 49ers de Joe Montana, destrozando a los Denver Broncos de John Elway en la edición XXIV de 1990. Ese mismo año veinte de los veintiséis propietarios de las franquicias NFL decidieron poner en marcha la WLAF (Word League of American Football) y los acontecimientos se precipitaron con rapidez; del anuncio que el empresario Josep María Figueres se había hecho con los derechos de la primera franquícia para Europa hasta la denominación del equipo y establecimiento de la sede, parecieron pasar sólo unos minutos. El carrusel informativo se cerró con la contratación, como Head Coach, de Jack 'Cowboy Bicknell, entrenador hasta la fecha del Boston College Eagles (vacante que ocuparía un desconocido Tom Coughlin), con más pinta de ex-presidente de los Estados Unidos que de otra cosa aunque, el tiempo y su trabajo durante más de una década para el equipo de Barcelona hizo que para muchos su labor fuera equiparable en Europa a lo que Don Shula significó para los EEUU. La WLAF quedó organizada en tres conferencias: North American West (Birmingham Fire, Sacramento Surge y San Antonio Riders), North American East (Montreal Machine, New York/New Jersey Knights, Orlando Thunder, Raleigh-Durham Skyhawks (reemplazados por los Ohio Glory en 1992)) y la European (Barcelona Dragons, Frankfurt Galaxy y London Monarchs).
La tarde del 24 de marzo de 1991, bajo una lluvia torrencial, veinte mil almas nos dimos cita en l'Estadi Lluís Companys para contemplar el debut oficial de los Barcelona Dragons, con victoria incluida frente a los New York Knights por 19-7. Unos días más tarde supe que el encuentro había sido retransmitido para todos los Estados Unidos, coast to coast, por la cadena ABC pero aquel día, sentado en la grada, bajo un paraguas sobrepasado en el cometido de contener las rachas ladeadas de agua con la que aquella inusitada tormenta tuvo a bien darnos la bienvenida al estadio, aluciné con aquellas moles humanas capaces de correr, bloquear, pasar o agarrar un melón proyectado a través del espacio; solo puedo añadir que el resfriado valió la pena. Aquella primera temporada pasaría al baúl de los recuerdos por dos factores: la gran afición que se descubrió en Barcelona y la final más catastrófica jamás jugada. Efectivamente, una de las cosas que más sorprendió tanto a los medios informativos nacionales e internacionales fue la asistencia media que el Estadi registraba (una media de entre 25.000 a 30.000 entradas vendidas, con asistencias de 49.000 espectadores!) y el ambiente de fiesta y camaradería con la que el público presenciaba los partidos; fue una imagen bastante recurrida por la prensa norteamericana.
La cara más amarga de esta historia de amor la vivimos precisamente durante esa primera temporada; tras un balance de 8-2 en la regular season y haber superado en campo contrario a los Birmingham Fire por 10-3, caímos estrepitosamente en la World Bowl por 0-21 frente a los London Monarchs en el mítico estadio de Wembley y ante 60.000 espectadores.
Fue un golpe muy duro, si ya es jodido perder una final, hacerlo mientras te dan un baño, hay que reconocerlo, es mucho peor, pero los Dragons y sus seguidores, teníamos una moral a prueba de bombas y en nuestra segunda temporada caímos por un ajustado 17-15 ante quienes serían los siguientes campeones, los Sacramento Surge. Tras dos temporadas de juego los Barcelona Dragons, pese a no tener ningún campeonato, eran la franquicia con más victorias conseguidas.
A partir de ahí se inicia un duro camino de frustraciones. Se cuenta como los propietarios NFL decidieron bajar la persiana del invento por las grandes pérdidas económicas cuando, solo un par de años atrás fueron ellos mismos quienes nos convencieron de todo lo contrario; la idea era la de crear afición a un lado y otro del Atlántico. Así fue como la competición quedó limitada a Europa conservando las tres franquicias ya existentes e incorporando a los Amsterdam Admirals, los Scottish Claymores de Edimburgo y los Rhein Fire de Dusseldorf. Pero habían pasado cerca de 3 años y los daños no eran tan fáciles de reconstruir; nosotros, los aficionados vivíamos con un doble sentimiento respecto a un equipo que nos había ilusionado y unos ejecutivos que te daban un dulce y que justo cuando lo volvías a saborear, te lo quitaban de las manos. Así la asistencia media bajó a unos respetables 18.000 espectadores. El camino a partir de entonces alterna grandes alegrías con sonoras decepciones; curiosamente conseguíamos llegar a la World Bowl con una regularidad pasmosa: cada dos años. Conquistamos en una final inolvidable la World Bowl de 1997 venciendo a los Rhein Fire por 38-24 en Barcelona pero sucumbimos ante los Frankfurt Galaxy en 1999 por el mismo tanteo y también en el 2001 contra los Berlin Thunders por 17-24. La singladura acabaría para los Barcelona Dragons, por aquel entonces convertidos ya en una sección del Fútbol Club Barcelona al finalizar la temporada 2003.
Aquella WLAF y posteriormente la NFL Europe estaban bien montadas, combinando la experiencia que desde los USA llegaba con las ganas e implicación total de los staffs organizadores locales pero, a mi juicio, tenía dos puntos débiles que jugaron en su contra desde el principio: En primer lugar se echaba de menos algún tipo de rivalidad "local" y quizá fuera esta la razón por la que la experiencia continuó algunos años más en Alemania, país en el que finalmente se reunieron varias franquicias; en la etapa de la WLAF el reto era ganar a los americanos y así demostrar que desde Europa podía plantarse cara a cualquiera. En realidad era una sensación fictícia porque, como todos sabemos y de eso hablaré en el segundo punto, todos los jugadores eran importados, pero la afición que acudía al estadio ya lo daba por bueno porque nuestros dragons eran "de casa".
El segundo punto, vital a la postre, era la sensación que a uno como aficionado se le quedaba al ver entrar y salir a nuestros jugadores; no eramos más que un campo de pruebas y testeo donde probar proyectos llegados desde USA y foguearlos en espera de dar el salto profesional. Nadie jamás nos engañó vendiéndonos un planteamiento diferente, es cierto y nunca esperamos ver jugar a ningún jugador local pero seguía existiendo una especie de "provisionalidad" en cualquier jugador porque no se podían constituir estructuras sólidas; cualquiera que recibiese una llamada del mundo profesional americano partiría con viento fresco.
Eso sí, no dejaré pasar la ocasión de destacar a Vicenç Rodríguez, el primer jugador catalán en anotar un touchdown para los Dragons, a Xisco Marcos, el primer jugador español escogido por la franquícia, al líder en sacks de toda la historia de la franquicia, el LB número 91, Eric Naposki, a Jon Kitna, quarterback del equipo y posterior QB titular de Seahawks, Bengals y Lions (jugador en activo de los Dallas Cowboys), quien lanzó en 1997 más de 2400 yardas y, por último, al muro de la defensa Iván "Champi" Imbernón, con su dorsal número 66 retirado y siendo el primer español en realizar un sack en la NFL Europe
De cualquier modo creo que ninguno de los veinte, treinta o cuarenta mil personas que seguimos en directo a los Dragons, o los muchos más que en alguna ocasión lo hicieron por televisión, está arrepentido de nada. Tuvimos la oportunidad de acercarnos al fútbol americano y seguirlo de cerca, casi al pié del campo!, pudimos introducirnos en el juego, en sus detalles más pequeños y vivir, aún de forma indirecta, la magia de la NFL.
Vimos pasar a jugadores realmente malos, mediocres, buenos y muy buenos (Kurt Warner y Adam Vinatieri incluídos) y disfrutamos de la entrega de todos ellos y del espectáculo que nos ofrecieron... y aún no hemos olvidado al bueno de Jack!. Todo eso me permitió, ayer, en una muy calurosa tarde de agosto y contemplando una simple fotografía, sumergirme de nuevo en unos recuerdos de hace ya más de veinte años; echo de menos aquellos días y a Barcelona.
Visca els Dragons!.
soy de valladolid y yo no vivi aquellos tiempos, los dragons me quedaban muy lejos, pero ahora como aficionado a la NFL siento envidia sana de lo que explicas. Un colosal articulo, muy bien escrito, muchas felicidades, me apunto al blog.
ResponderEliminarGran entrada, muy evocadora. Es una pena que los comienzos del fútbol americano se circunscribiesen sólo a Cataluña, y al estar uno tan lejos pues nunca tuve la oportunidad de disfrutar de esos partidos de TV3. La suerte fue que Canal + tomó el testigo del fútbol americano y fue en esa época cuando comencé a seguirlo hasta este momento. Y por supuesto, dos años yendo a Wembley a ver a los Saints vs Chargers y el año pasado Patriots vs Buccaneers, fue una pasada. Sólo me queda asistir en directo a una Superbowl y el sueño estará completo.
ResponderEliminarA ver si ahorro lo suficiente para estar en New Orleans en 2012 a ser posible con los Saints en esa final.
Un saludo desde Gran Canaria¡¡¡
Otro pucelano con envidia sana, mira lo que he visto en wikipedia
ResponderEliminarhttp://en.wikipedia.org/wiki/1992_Barcelona_Dragons_season
Defensive Coaches
* Defensive Line – Steve Spagnuolo
Gracias Ricardo; Fatelux yo creo que la mitad de los que seguimos la NFL nos vamos a encontrar en NYC en 2014. Alberto, pues toda una sorpresa que no conocía, caramba, el head coach de los rams!. Muy buen dato.
ResponderEliminaryo fui alguna vez a ver a los dragons pero me aburria mucho
ResponderEliminar¡Qué gran escrito!, me has echo revivir aquellos días anuque no lo seguí de tan cerca como tu. Felicitaciones
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog gracias al link de Mariano Tovar en su web y me ha parecido impresionante. Lo seguiré de cerca.
ResponderEliminarYo empecé siguiendo a los Dragons pero coindico con Marc, tanto juego interrumpido se me hacía largo. Lo dejé pero ahora he vuelto a retomar mi afición oculta y este blog me está entusiasmando. Gracias.
ResponderEliminarFelicidades al autor por este excelente blog
ResponderEliminarSoy uno de esos chavales que creció viendo a los Dragons por la TV catalana desde que tenia mas o menos 10 añitos, al principio apenas entendia el juego, pero ver a esas moles en acción me parecia simplemente espectacular.
ResponderEliminarConforme fui creciendo me fui aficionando aún más a este gran deporte en el que a dia de hoy, soy capaz de tragarme 9 horas seguidas de Football semana tras semana sin empacharme y juegue quien juegue...
Es aquí donde entra mi mosqueo con la NFL: Creo que lo hicieron francamente mal, la idea era brutal pero al final muy mal ejecutada porque nos pusieron el caramelo en la boca a toda una generacion de personas que crecimos viendo Football y aficionandonos a los Dragons (Visca els Dragons!), y ahora tenemos que vivir de la melancolia de aquellos grandes dias y consolarnos viendo resumenes o partidos grabados cuando lo que ahora realmente hariamos seria ir al campo cada partido.
Tendria que volver la NFL Europa, estoy convencido que ahora si seriamos 25.000 o 30.000 espectadores de media fijos por temporada porque cada vez hay mas aficionados. Ver la NFL por TV está muy bien, pero como en todos los deportes, estar en el campo no tiene precio.
Muy gran post, el cual espero un dia vuelva a hacerse realiad
P.D. Perdon por escribir tanto :) pero me has puesto melancolico...
NFL Europa nò debiò desaparecer, los aficionados sufrieron una gran pèrdida y los jugadores una gran desiluciòn de continuar sus carreras profesionales en lo que han hecho toda su vida. Football!!! RLG Mèxico
ResponderEliminarGran artículo, me has hecho retroceder cuatro días en el tiempo. :)
ResponderEliminarSoy uno de los que no faltó ni un solo día en Montjuic y que vivió con intensidad toda la vida de los Dragons, primero en la WFAL y luego en la NFL Europe.
Bicknell, Angoy, Kitna... son los primeros nombres que me vienen a la memoria al recordar aquellos Dragons.
Aun tengo en DVD la final que ganamos en el Olímpic. Si alguien quiere una copia, que me la pida por mail a info@quimriera.com
Era Eduard Berraondo quien retrasmitió la mayoría de partidos que se daban en el C33, la segunda cadena de TV3. Eduart Boet lo hacía de forma muy puntual.
Ojalá se vuelva algun día a intentar, aunque soy muy pesimista. En Europa no tenemos cultura de Futbol Americano, tres horas de partido con constantes paradas no se adaptan al gusto europeo... Una lástima.
Un saludo i Visca els Dragons!!!!