Hace más de diez siglos tuvieron lugar una serie de campañas militares militares que por motivos religiosos -y económicos, mayor argumentación sobra-, fueron llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana con el objetivo de restablecer el control de Tierra Santa. Aunque el término se ha generalizado en exceso, solo aquellos soldados de probado honor, fiereza y valor eran llamados "cruzados". Los primeros en llegar, los últimos en abandonar, tal era su bravura y entereza; nada ni nadie era capaz de hacerles renunciar a sus principios y jamás daban un paso atrás ni siquiera para tomar impulso.
La historia dirá que sus ecos quedaron disueltos en el rumor de los tiempos pero sabemos que existe un reducto de ellos en el mundo de la NFL. Gente extraña pero leal, capaz de argumentar en favor de lo inargumentable y de discutir hasta que las fuerzas abandonen al rival. Individuos que ven en Brett Favre la quintaesencia del quarterback, que añoran a Jerry Rice sin hallar figura comparable, que besan el suelo por donde pasa Belichick aunque este atropelle varias ancianitas cada mañana y que no incan su rodilla en tierra jurando fidelidad ante ningún ganador de la Super Bowl si éste no ha demostrado sobradamente que lo mereciera. Yo aún formo parte de ellos.
Es cierto que las últimas semanas hemos sido tentados por una figura extraña. Un quarterback que anota touchdowns. Un mariscal de campo que acumula más yardas que cualquier running back. Un tipo que deja a la altura del betún aquellos QB's que hace algún tiempo aparecieron en la NFL y merecieron un brillante artículo de Zanoni en Cien Yardas; más preocupados por sumar yardas de carrera que de los pases que podían lanzar. Un individuo, Dios nos proteja!, que ha dejado a Donovan McNabb como un simple aprendiz en el arte de provocar ataques de pánico a sus sufridos seguidores mientras galopa cual corcel desbocado. Un sujeto tan amante de romper las jugadas de su propio ataque con simple improvisación tanto como la cantidad de deudas que ha acumulado.
Y no es otro día sino hoy, de desgracia e infamia, un vulgar y triste martes de noviembre cuando, sorprendido, asombrado, pasmado, extrañado, chocado, desconcertado y sobrecogido, leo en el blog de Mariano Tovar la siguiente anotación bajo una imagen del tal Vick:
Aunque la ha dejado caer, casi como quien no quiere la cosa, colándola de rondón en un comentario a pié de foto, la noticia ha cruzado rápidamente la ciudad. En el quiosco, en la panadería, en la charcutería, incluso hasta el cuerpo de policías municipales, la población no hace más que comentar la escandalosa que, a los principios de la congregación, supone la renuncia, el rehúse, la vuelta y media del brillante comentarista de la actualidad NFL. La gente no da crédito; los menos sensibles enteros han corrido al supermercado para hacer buen acopio de víveres, los más afectados no han dejado de llorar y lamentarse, voz en grito, de tamaña novedad. ¡Cuantos estragos está causando el tal Vick!, ¿por qué, señor, por qué?!!!.
Solo lo siento por el autor de dicho e infausto comentario siendo, como era, uno de los miembros más destacados de la Hermandad, comió de la manzana que un Vick en paños menores le dió a probar. De acuerdo que la carne sea débil, pero eso de venderse por una simple alita de pollo no tiene ni tendrá perdón.
Recuerde que ya no disfrutará de la indulgencia divina y se le negará el agua y reposo allí por donde pasase con su mountain bike.
Yo estoy con Tovar Vick es la leche, con el en el campo da gusto ver a philadelphia, les veo con posibilidades de llegar alto si las lesiones les respetan.
ResponderEliminarhohoho que bueno Tovar abandonando la cruzada :D
ResponderEliminarJordi, entonces qué es lo que no te gusta de los Eagles, Vick o el equipo en conjunto?. Gracias por tu respuesta.
ResponderEliminarManoloB, no es que no aprecie los valores de Vick como QB, lo único que sucede es que me gustan los especialistas y, para la posición de QB espero encontrarme a un tio que, como característica principal, luzca su capacidad como pasador que es a lo que los QB's tienen que dedicarse. Luego pueden tener una serie de atributos añadidos pero hacer de su valor fundamental su juego de carrera, por muy espectacular que sea, es algo que no cuadra con mi idea de fútbol americano.
ResponderEliminarEso hace de los Philadelphia Eagles -y que no se moleste Adrian-, un equipo que depende demasiado de la improvisación. Sus victorias parecen construirse desde la inspiración de un QB que no pasa sino corre, que sistemáticamente rompe las jugadas mandando al cuerno el trabajo de técnicos y de sus propios compañeros. Yo si fuera LeSean o DeSean, estaría hasta las narices de ver como cumplo con todas mis rutas para acabar viendo como la suerte del partido depende de los caprichos de Vick.
Aún con todo, si siguen así, apostaré por ellos dentro de un par de semanas :D. Saludos!.
Jordi yo creo que la critica a Vick es mas acertada a el Vick de atlanta, esta temporada creo que esta demostrando bastante mas paciencia, esperando a encontrar un buen pase e intentando correr menos.
ResponderEliminarAnónimo, no digo que no sea así pero hay datos estremecedores. Michael Vick lleva la mitad de yardas de carrera que LeSean McCoy y unas 200 veces más que cualquier otro corredor. Ha intentado más veces la carrera que pases ha enviado a su mejor receptor, 36 por 34... no sé, para mi (ojo, para mi), auténticas barbaridades. Qué haría en Atlanta! :D
ResponderEliminarQué tal, Jordi
ResponderEliminarLlevo un cuarto de hora muerto de risa, pero me rindo, no puedo más, se que se divisa Jerusalén allí a lo lejos, pero claudico. ¡Vick es la leche!
Y mira, si lo pienso, algunos de los QBs que más me han gustado en mi vida son Young, Brunell, Favre… Todos móviles (Favre en sus primeros años lo era), así que el virus ya lo estaba incubando cuando desembarqué en San Juan de Acre.
También te digo una cosa. No se muy bien de lo que juega Vick, pero no es de QB. Es de otra cosa. Lo sorprendente es que a eso a lo que juega lo hace mucho mejor ahora que cuando estaba en Atlanta… y te quedas embobado viendo cómo lo hace.
Mariano, te echaremos de menos cuando tomemos Jerusalén. Menos mal que tu sentido común ha sido duramente golpeado, pero no herido mortalmente y aún te leo "no sé muy bien de lo que juega Vick, pero no es de QB". Tranquilo, de las cinco puñaladas, solo 3 son mortales XD. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenas, Jordi tranquilo que nada me molesta aunque debo decir que eso de apostar por nosotros en dos semanas no me ha gustado, ya sabes por qué. xD
ResponderEliminarEn cuanto a Vick pues es sí que diferente al de Atlanta y no sólo porque es un jugador algo más maduro en el campo, sino porque cuenta con armas más peligrosas, en los Falcons "solamente" tenía a Crumpler como WR y apenas tenía a quién pasar profundo.
Estoy de acuerdo Jordi en lo que dices que el ataque (no equipo) de Philly se basa en la improvisación cuando Vick es el QB, es totalmente cierto. Pero también hay que decir que eso hace al ataque más peligroso. Si las defensas rivales se centran en cubrir la zona profunda donde DeSean y Maclin son una amenaza, entonces Vick tendrá más espacio para correr en esa zona libre en el centro de la defensa, y si se centran en contenerle entonces esa zona quedará más desprotegida, y así sucede con el resto de jugadores. También debo decir que nuestra línea de ataque, al contrario que muchos piensan, me parece bastante decente y eso ayuda. El trabajo que hicieron sobre todo con Freeney el domingo fue brutal, sin esos bloqueos Vick no habría tenido tiempo para escapar o para hacer ese grandioso pase de 58 yds entre otras jugadas. Lo que mató a los Colts fue hacer blitz en rutas profundas de los receptores de los Eagles, en un par de ellas Vick encontró hueco y el resultado fueron carreras de 24 y 32 yds.
Yo prefería Kolb como titular pero no me convence del todo, habrá más tiempo de valorarle cuando juegue más partidos, mientras que Vick me ha sorprendido positivamente. Se ha ganado a pulso ser el líder de un ataque que con él al mando mueve mejor el balón y anota puntos que al final es lo que cuenta. Veremos hasta dónde llegamos con él y en qué equipo juega el año que viene.