Naufragio Vikingo

Han pasado varias horas desde que los Packers se impusieran a los Vikings por un humillante 31-3 y aún no me he quitado el soponcio de encima. Incluso para mi era claro que los de Green Bay se alzarían con el triunfo pero llevado por una equivocada ilusión y en el último momento, cambié el resultado de mi quiniela. Lo cierto es que lo que verdaderamente duele de la derrota no es que se haya producido, sino cómo se ha hecho realidad. La única imagen que viene a mi cabeza es la del Titanic, un formidable paquebote hundido miserablemente por la estupidez de su capitán.

Bajo la sombra de Brett Favre se vive fantásticamente bien: si el experimento sale bien eres el Dios de los head coach, si sale mal, tranquil;, los críticos se centrarán en el abuelo y nadie te señalará con el dedo acusador. Intentaré realizar una breve lista, lo más equilibrada y sincera posible, considerando los pros y contras respecto a mantener o echar a la puta calle a Brad Childress. Y espero que Zygi Wilf ya haya llegado a una decisión, la única que se puede tomar.

A FAVOR
1. Brad Childress es el head coach que ha reconstruído la franquicia.
2. El equipo ha seguido bajo su batuta una clara tendencia positiva.
3. Si el año pasado era un crack, ahora no puede ser tan malo.
4. La mentalidad empresarial de Zygi, construída a partir de un negocio familiar en donde los problemas se arreglan con métodos y se tiende a mantener a los cargos de confianza, juega a favor de Brad.
5. Despedirlo es caro -un docena de millones de dólares-, mantenerlo es barato.
6. La temporada está perdida y nada lo va a arreglar.

EN CONTRA
1. Los jugadores han perdido el respeto al HC, incluso lo declaran abiertamente en los medios de comunicación.
2. Los jugadores se están perdiendo el respeto entre ellos, con malos gestos durante el partido e incluso conatos de agresión.
3. No se habla con su QB titular y al QB suplente -pese a sus continuos errores- le guarda la titularidad de la próxima temporada.
4. Brad Childress no muestra ninguna capacidad para cambiar la tendencia del equipo.
5. No existe ningún proyecto más allá de esta temporada.
6. Hay un peligro real de pérdida de los jugadores clave.
7. Los acuerdos para hacerse con jugadores no han aportado nada y han debilitado seriamente la opción del próximo draft.

No puedo más que unirme al cántico del Metrodome al unísono "Fire Childress!", a la web FireChilly y al clamor que ya adelantó Manolo Arana. Y me da exactamente igual si el problema es a quien contratan y cuanto dinero cueste el despido. O sea, que no se lo tomen a mal ni Leslie Frazier, ni Bill Cowher, ni Jon Gruden, ni Brian Billick, ni cualquier otro aspirante. Así que extiendan un cheque hoy mismo por los 12 millones de dólares y... suerte!.