Es difícil ser crítico respecto a un equipo que, por méritos propios, puede considerarse como el mejor de la última década con tres Superbowls de cuatro finales. En consecuencia, el destino de su QB, íntimamente vinculado a tal trayectoria, no puede por menos que ser motivo de gran respeto. Tom Brady es un supercrack solo al nivel de Peyton Manning, Drew Brees y Brett Favre y ahí están sus premios, galardones, triunfos, Pro Bowls y MVP's. Con 32 años a sus espaldas llega a la época dorada para cualquier jugador en esta posición; es rico, famoso y está casado con la espectacular Gisele Bundchen (dato no menos importante para cualquier ser humano!). Pero, como decía el clásico, "el pasado es algo que ya no cuenta" y en este sentido, a pesar de que la figura de Tom Brady es indiscutible dentro de los New England Patriots, no debería extrañarnos si una gran parte de los aficionados hoy piensen que el futuro no se presenta del todo brillante para el QB de California.
Debo empezar por señalar que Tom nunca se ha rendido; es un líder nato. Incluso durante sus tiempos de University, conllevó con paciencia el hecho de ver como un QB le robaba el rol de titular en época de los Michigan Wolverines hasta que consiguió el timón del equipo y lo llevó a registrar algunas de las cifras más destacables del deporte universitario. Contratado por los New England Patriots en sexta ronda, de nuevo se repitió la historia: si bien al principio de la temporada ocupaba la cuarta posición en la linea de "sucesión" del QB titular, Drew Bledsoe, al finalizar esa edición había prosperado hasta la segunda posición. De ahí a la gloria solo un paso y un infortunio.
Efectivamente, al iniciar la temporada 2001, Bledsoe sufrió una importante lesión al ser placado por un defensa rival y en base a este hecho, Brady se hizo con la titularidad. Sus pases a larga y media distancia llevaron al equipo hasta la Superbowl de New Orleans , hacia 5 años que la franquicia no conseguía llegar hasta esa final. La historia recordará como Brady lideró una última y espectacular ofensiva, a falta de minuto y medio para el final del partido, para acabar alzando el Supertazón por 20-17 y siendo nombrado como MVP y el QB más joven que se llevaba la edición.
A partir de ese momento, el curriculum de Brady es sencillamente demoledor. Unos Pats con Tom en el campo y Belichick en el banquillo, se convirtieron en una máquina de trinchar rivales y establecer récords. Para ellos fueron las Superbowls del 2004 -contra los Panthers- y del 2005 -contra los Eagles- y solo un milagro (yo sigo pensando que todo fue un complot del gobierno), evitó el summum de la "temporada perfecta" (2008) contra los Giants.
El gran mazazo llega para los Pats y para el propio Brady durante el primer partido de la regular season del 2008. Ese día, el safety de los Kansas City Chiefs, Bernard Pollard impactó, doblándola, contra la rodilla izquierda del QB de Boston causándole una grave lesión. Tom Brady no volvería a disputar un partido oficial hasta el partido inaugural del 2009, percance que abriría las puertas a la titularidad de un digno sucesor: Matt Cassel. Atrás quedaban varias intervenciones para, no sólo solventar la lesión de rodilla, sinó también para la reconstrucción de los ligamentos medio y cruzado además de un tratamiento microbiótico para la eliminación de una infección asociada.
Afortunadamente para el mundo NFL y el de sus seguidores -sean del equipo que sean-, Brady parece haber dejado atrás todas las dudas que se levantaron a tenor de los primeros titubeantes pasos de la estrella. El implacable paso de los Pats a medida que la temporada avanzaba puso de nuevo a los de New England en los primeros lugares de todas las apuestas.
Hoy nadie quiere recordar -sobretodo los fans de los Pats- comó acabó la temporada 2009 para los de Boston, ni tampoco la lista de lesiones con las que Brady llegó a jugar los últimos partidos (rotura de costillas y dedos, lesiones crónicas de hombro, etc); simplemente todos esperamos su total recuperación porque, la verdad, estamos necesitados de brazos como los de Tom Brady.
Para mí Tom Brady es un auténtico crack (lástima de las lesiones que le mermaron la pasada temporada) y sin duda, creo que es el mejor QB cuando juega con hambre y garra. Esperemos por nuestro bien que renueve su contrato por unas temporaditas más jejeje.
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