Nacido para triunfar: Philip Rivers [QB's 2010]

Hay gente que llega a este mundo predestinado a hacer algo grande. Son individuos que, desde niños, pareciera como si todo el universo los empujara hacia una única meta; Mozart, Kasparov, Dalí... y si me lo permitís: Philip Rivers. ¿Qué se puede pensar sino de un niño crecido a la sombra de su progenitor cuyo trabajo era ser entrenador en el Instituto Athens, Alabama?. ¿Qué deberíamos esperar de un sujeto pegado ya a la línea de touchdown trabajando de aguador para estar más cerca de ese deporte?. ¿Qué imaginaríamos de alguien que, como proyecto de fin de curso, pegó su cara encima de un cartel de un jugador de los Vikings?. Probablemente muchos serán los ejemplos en los que, con estos antecedentes o aun mejores, la carrera de varios QB's se habrá visto rota por innumerables factores, pero también coincidiréis conmigo que, la concatenación de ellos marcan un destino.

De esta forma a nadie extrañara que Philip Rivers destrozara casi todos los récords de pase durante su carrera universitaria siendo nombrado Jugador del Año (2004), nominado MVP en cuatro ediciones y considerado como candidato a Heisman -si, ese que se llevo el inefable Tebow-. Su paso al mundo profesional tuvo también algo de capricho del destino. La historia ya cuenta que Rivers acabaría jugando para los terrible towel de Pittsburgh dado que los Chargers iban a seleccionar a Eli Manning. Pero la no disposición de este -casi rebeldía- a fichar por el equipo de la costa oeste cambió las preferencias y Philip acabó en San Diego como tercer QB tras -otra coincidencia-, Drew Brees.

A partir de ahí únicamente cabía esperar la oportunidad para hacerse con el #1 y esta llegó tras contemplar como Brees se dislocara el hombro derecho. La verdad es que ello no tuvo excesivas repercusiones esa temporada (2005) ya que solo supuso la oportunidad de disputar 2 partidos pero le abrió las puertas a la titularidad tras considerar la directiva de los Chargers que no era apropiado renovar a Brees tras esa grave lesión. Drew acabó en New Orleans al tiempo que Rivers supo que, finalmente, todo dependía de el.

Y así ha sucedido. Los registros de Rivers son sencillamente excepcionales. Su juego de pase fácil y rápido, combinado con el apoyo en la carrera del hoy venido a menos LaDainian Tomlinson (contratado por los Jets), contribuyó a hacer de este gran jugador un QB que, personalmente opino, superior a toda la nueva generación de quarterbacks con una edad menor a los 30 años, dispuesta a tomar muy pronto el relevo generacional de los grandes monstruos del deporte NFL.

Hoy Rivers es uno de los QB's con mayor futuro; siempre he sostenido que un QB estrella hace notar sus condiciones a la menor oportunidad:

"Os contare un secreto a este respecto; mucho se discute y se discutirá respecto

al grupo de jóvenes jugadores a los que se presupone su futura condición de estrellas.

Entre los QB's, casi nunca -excepciones las hay- falla la valoración por QB Rating.

Si un QB alcanza buenos porcentajes en su primera o segunda temporada completa,

probablemente acabe siendo uno de los buques franquicia de cualquier equipo; si su 

QB Rating es solo digno o aceptable, nunca jamas llegara a nada"

Claro, excepciones las hay a mares para desmentir esta afirmación, pero de la misma forma son aplastantes los casos de QB's que marcan las diferencias desde el primer down de su carrera. En este sentido, la comparativa que adjunto a continuación es claramente definitória de ello; en sus primeras 4 temporadas completas, el de Athens no se queda atrás en ninguna comparación:

Tom Brady es quien marca la mejor media, teniendo la ventaja de que la cifra se calcula en base a solo las 3 últimas temporadas (por su conocida lesión del 2008). Pese a ello, Rivers superaría al ya retirado Kurt Warner y al épico Favre. Por si ello no fuera suficiente, Philip es el único QB que en las últimas 4 temporadas (desde que ocupa la titularidad en su equipo), registra por dos temporadas un QB Rating superior a 100, increíble!. Y seamos sinceros, ni los equipos ofensivos de los Saints y los Colts no son comparables a los que los San Diego Chargers puedan hoy alinear.