sábado, 3 de marzo de 2012

Una historia de infamia


Ayer viernes se conoció el resultado de la investigación que el Departamento de Seguridad de la Liga ha venido desarrollando. La conclusión determina que entre 22 y 27 jugadores de la defensiva de los Saints, así como el coordinador defensivo, Gregg Williams -y con el consentimiento de Sean Payton-, crearon un programa de "recompensa" por el cual, sus jugadores percibían cantidades extras en función de su rendimiento y unos bonus por causar la lesión de los rivales. El dinero de ese fondo fue obtenido de la contribución de los propios jugadores, incluso con la participación del propio Williams- y las recompensas se abonaban como gratificación de jugadas como intercepciones, fumbles, etcétera. Pero también se pagaba generosamente por sacar a un rival del partido ya fuera de forma temporal (1,000$) o definitiva (1,500$), doblándose o triplicándose esas cifras durante los Playoffs.


Las reglas de la NFL son muy claras a este respecto: "está prohibida cualquier bonificación sin contrato". Más concretamente, todos los equipos recibieron una comunicación para la temporada 2011 en la que se decía que "ninguna bonificación o gratificación puede ser ofrecida, prometida, anunciada o pagada, directa o indirectamente, a los jugadores por su rendimiento o el del equipo, en contra de un equipo en particular, un jugador específico, o un grupo particular del mismo. Ninguna bonificación o gratificación puede ser ofrecida o pagada por conducta indebida en el terreno de juego (por ejemplo, faltas personales o causar lesiones a los jugadores rivales)".

Me parece simplemente indignante. En primer lugar porque todos recordamos la brutal carnicería a la que fueron sometidos los Arizona Cardinals de Kurt Warner y los Minnesota Vikings de Brett Favre. La caza implacable que este último sufrió durante la Final de Conferencia fue una de las acciones programadas, planificadas, ejecutadas y consentidas más bestias que he contemplado en este deporte. Cada una de las muchas veces que el front seven local impactaba contra Favre, alguna de ellas escandalosamente tardías -con la complacencia de los árbitros-, cada vez que indisimuladamente le asestaban esos golpes buscando impactar contra tobillos, articulaciones o cabeza, cada vez que eso sucedía, ahora sabemos que no era un simple lance desafortunado del juego, sino algo voluntario ideado/consentido/alentado por Payton y su cuadrilla.





El equipo campeón del 2010 incurrió en dos graves infracciones totalmente indiscutibles, claras y evidentes. La primera reglamentaria pues, a la luz de la investigación se establecen claramente los hechos. No solo quebrantaron las normas al establecer ese programa de pagos sino que, al parecer, fueron tan estúpidos como para reflejarlo en algún documento. Así pues deben ser sancionados con dureza. Más preocupante, en mi opinión, es la segunda infracción, la moral. El fútbol es por naturaleza un deporte violento, de choque e impacto. Por esa razón anda siempre en el alambre de su reglamentación, si esta es demasiado laxa, la salud de sus jugadores corre serio riesgo; si es demasiado dura, la belleza del fútbol desaparece. Además, los primeros interesados en respetar a sus contrarios deben ser jugadores, entrenadores y directivos. Para los primeros -y no es ninguna exageración-, les va la vida en ellos y todos saben que cualquier golpe desafortunado, puede acabar con la vida -por lo menos la deportiva- de sus compañeros, o de la suya propia.


Así que cuando esos secuaces de la defensa de los Saints, con su Defensive Coach al frente, decidieron olvidar esas líneas rojas que jamás deberían ser traspasadas, cuando vendieron su alma al diablo por un puñado de dólares, cuando les importó un pimiento la vida de sus compañeros y buscaron intencionadamente la lesión de uno de ellos (que en fútbol siempre debería ser un desgraciado accidente, Y JAMÁS un objetivo), se convirtieron en una vergüenza para el mundo del fútbol. Luego, esos mismos que justifican estas acciones protestarán airadamente cuando Roger Goodell se ve obligado a dictaminar más normas de protección al quarterback.

Es posible que algunos no compartan estas opiniones. Nos dirán que, en mayor o menor medida, todos los equipos lo hacen. Y hasta es posible que tengan razón. Mi indignación no nace de quien origina la falta o de quien la reciba sino del hecho en sí. Y si, para mayor INRI, un equipo vulnera una norma, es tan estúpido como para dejar un reguero de pruebas y, lo más repulsivo de todo, busca de forma intencionada el grave daño de un compañero, entonces la Organización debe cargar contra ellos, sea quien sea. Menos rodilla al suelo, oraciones, programas de salud, menos hipocresía y más fair play señores, que esto no es el deporte menospreciable que algunos intentan vender. O sí?.


Queremos sanciones y las queremos ejemplificantes, de igual gravedad que los hechos expuestos para que aquellos tentados a ir más allá de los límites de este deporte se lo piensen dos veces antes de recurrir a estas bochornosas artes. Hay que erradicar estas conductas de la liga, ahora y para siempre. Desafortunadamente recaerá sobre toda la franquicia en lugar de repercutir individualmente contra todos aquellos que, directa o indirectamente, estuvieron implicados en semejante bochorno o no hicieron nada para detener esa locura. Aunque quieran vendernos la moto, estas prácticas nada tienen que ver con el fútbol sino con un deporte que no existe. Es el precio que los New Orleans Saints deberán pagar.

10 comentarios:

  1. solo puedo decir: chapeaux

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  2. totalmente de acuerdo, una cosa es realizar un sack a un qb y otra muy distinta incapacitarlo. Una cosa es que por accidente quede nockeado y otro MUY distinta es buscar esa consecuencia. Y el futbol americano tiene claro lo que puede permitir y lo que no, por mucho listo o entrenador de pacotilla que nos quiera vender otra moto. De lo contrario, vayamos a lesionar a Brees, Orton, Brady...

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  3. Me ha parecido una exposición clara y definitiva. Está claro que el juego jamás podrá ser de una pureza indiscutible pero hay una evidente frontera entre la violencia y el juego sucio, entre una lesión fortuita y una intención de lesionar. Si además en NO lo gratificaban con dinero, es una forma de proceder totalmente menospreciable y que debe ser durísimamente castigada.

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  4. Oh sí, la cacería contra Brett Favre fue lo más sangrante y lamentable que se ha visto en tiempo. ¡Qué fácil es hablar ahora! Si eres un quarterback que tiendes a tener el balón hasta el último momento es muy probable que te conviertas una piñata, y más si es contra una defensa agresiva como la de los Saints. Dices que fueron constantemente a por articulaciones y cabeza, pues en el vídeo que aportas sólo veo un hit feo (uno que va Ayodele por delante y arriba y McCray abajo y por detrás), el resto son lances del juego e incluso los hay que se los busca él solito (al tirarse con la cabeza por delante a por un fumble, por ejemplo). ¿Que está mal lo que han hecho? Obviamente. Pero fue precisamente esa defensa agresiva el factor diferencial que le dió a los Saints una Superbowl, y si Gregg Williams y compañía (no sé porqué coño te entestas en poner a Payton de culpable) pensaron que el fin justificaba los medios, tú lo podrás criticar todo lo que quieras pero el fin se consiguió y él no se va a sentir culpable.

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  5. Los Saints no gratificaban a nadie. El juego lo inventan los jugadores, y el bote del cual se va cobrando por intercepción, fumble o determinado golpe, es del dinero que ponen los propios jugadores.

    La temporada va increíble (empezaron con 13 victorias consecutivas), están eufóricos, la peña se calienta, Vilma pone 10000 al bote, y algunos entrenadores también se animan a aportar algo de pasta. Pero no deja de ser un simple juego entre los jugadores, y una forma de motivarse.

    En cuanto a los golpes que se comentan (a Warner y Favre), ya fueron arbitrados por los cebras y por la comisión de Goodell. Que después en el vestuario se repartan un bote, no afecta para nada a la legalidad o no de los placajes.

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  6. Anónimo. Los Saints son responsables en tanto y cuanto su DC estaba en el ajo, participaba y se encargaba del reparto de ese dinero. En consecuencia, los Saints deben asumir esa responsabilidad que, según últimas informaciones, conocían incluso sus directivos y no erradicaron.

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  7. Anónimo, si los árbitros de la final de conferencia contra Minnesota tuvieran un mínimo de vergüenza se retirarían. Que arbitraron, dices... un ciego lo habría hecho mejor.
    Respecto a Peyton, por supuesto que es el responsable máximo de todo lo que pasa en el equipo. Pero tranquilos, les quitarán unas rondas del draft y hasta la próxima.
    P.D.: Que conste que a mí me daba igual quién ganara esa final de conferencia. Yo soy de los Patriots.

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  8. El quaterback rival lanza un pase, el CB toca el balón evitando que el receptor la pille, pero es el FS el que la coge sin que el balón llegue a tocar el suelo. ¿Quién se lleva el dinerillo, el CB o el FS?

    ¿Quién mejor capacitado y más imparcial que el DC para resolver las dudas y pulir el juego inventado por los jugadores? Es tan simple como eso.

    Yo cuando lo he leído, me he sentido super-identificado con el vestuario de los Saints. He pensado "coño, estos tíos son como mis colegas y yo. Nosotros también tendríamos organizado un bote igualito a ese si jugáramos a football".

    Me parece exageradísimo y super-sensacionalista la que se ha montado.

    Los placajes de los Saints a Warner y Favre no entrarían ni en el top 50 de los más duros o tardíos de la década. Jode, pero si solo James Harrison por su cuenta ya se hace cada temporada media docena peores que esas. Lo que ocurre es que los tíos tenían 38 y 40 tacos cada, y las ostias duelen más que cuando tienes 25. Aparte que si los golpes se los llegan a llevar McNabb, Delhomme, o algún otro apestado, ni Dios diría nada.

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  9. Amigo, no sigas defendiendo lo indefendible. Hasta el propio DC te deja en mal lugar pues ha admitido que estaba en el ajo, que promovió la estupidez y la administró.

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  10. Considero que los comentarios vertidos revelan qué esperamos ver cada uno de nosotros en un partido de fútbol americano. A mi personalmente me gustan los partidos intensos e incluso duros, pero cada vez que se lesiona un jugador me disgusta profundamente. Pensar, o en este caso saber, que un grupo de jugadores persiguen esa circunstancia como objetivo me parece lamentable. Esto no es full contact ni un deporte de lucha extrema. Quien quiera ver la destrucción del rival que acuda al foro adecuado. Creo que nuestro deporte es un deporte de estrategia y contacto, donde se busca vencer pero no destruir a nadie. El límite es claro... para quien quiera verlo. La popularidad (y rentabilidad) de la NFL se basa, en mi opinión, en que es un deporte apto para todos. El circo romano no.

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