martes, 20 de julio de 2010

Prefiero creer en Papá Noel, Eli Manning [QB'S 2010]



A todos nos han enseñado el valor de la media aritmética: el diccionario lo define como la suma de todos sus valores dividida entre el número de sumandos, ahí es nada. Y sospecho que también todos tenemos claro que, a veces, este valor es más indicativo que real. Así, la conocida historia del pollo: El Sr. A tiene un pollo y el Sr. B no tiene nada para comer; la media aritmética nos dirá que cada uno se comen medio pollo aunque, en realidad, solo el Sr. A podrá disfrutar de las delicias de la cocina. Algo así sucede cuando uno quiere hablar sobre Elisha Nelson "Eli" Manning.

Espero no herir susceptibilidades pero creo que Eli Manning tiene mucho aún que demostrar. No lo escribo en un sentido esperanzado, de quien cree que el menor de los Manning está a punto de saltar a la categoría de superestrella sino, precisamente todo lo contrario. Mi punto de vista es que Eli ha sido un QB afortunado que, en el momento preciso, en el más inesperado de todos ellos, en el instante supremo, contó con la suerte como aliada -sí, digo suerte-  y aún no sabiendo cómo, salió vivo de dos sacks, lanzar un melón de forma inverosímil y ser este recepcionado, casi de espaldas!, por uno de sus compañeros abriéndole así las puertas de la gloria. Solo -y digo solo-, le recuerdo un partido en el que haya captado mi atención y fue,  durante esa misma temporada -en la que acabarían levantando el Supertazón-, en la final de Conferencia comandando con serenidad a los Giants para aplastar a los Packers en The Frozen Tundra. Y ese partido se decidió, no lo olvidemos, con una anotación de 3 puntos.


De forma sorprendente incluso los números que registra Eli son del todo significativos. En esta última temporada, donde los New York Giants se desplomaron catastróficamente sin saber aún nadie porqué -y el más preocupado por ello debería ser Tom Coughlin-, el QB registró su mejor rating al puntuar unos [93,1], demasiado lejos de los grandes rockeros de la NFL como para que pueda ser considerado como un proyecto de nada. En cambio y en el colmo del sinsentido, la temporada en la que se llevaron el Supertazón (2007), Eli Manning consiguió el QB rating más lamentable de su curriculum [73,9].



Así es que, como dice el dicho: blanco y en botella: leche. Si los Giants consiguen llevarse la Superbowl con un mariscal de campo con un QBR tan bajo; ¿es el QB quien mejora al equipo?, ¿o es el equipo quien, en realidad, consigue lo que consigue a pesar del QB?. Apostaría mi mano izquierda a que la respuesta correcta es la segunda porque Bradshaw, Jacobs, Boss o Jennings, malos, lo que se dice malos, no son.

Incluso el comentarista Andy Benoit desde las páginas del prestigioso blog The Fifth Down en el New York Times describía así al QB de los Giants: "Es posible que a sus 29 años, Eli Manning ya no esté progresando. En la pasada temporada hizo progresos interesantes como lanzador desde el pocket siendo ya su sexta temporada. Manning no ostenta el mando del mariscal de la ofensiva como así es en otros miembros de su família pero, cuando menos, tiene cualidades de teniente.  El coordinador Kevin Gilbride le concede el poder de los audibles confiando también en su brazo en situaciones críticas asumiendo los riesgos de los fracasos -cuando todo sale mal-; es lógico Gilbride estuvo presente en la Superbowl XLIIV".

Querido Eli, sé que puedes dar mucho más pero, hasta que no lo vea, prefiero creer en Papá Noel.

2 comentarios:

  1. Suscribo palabra por palabra lo que escribes en este post jejeje. Además, pienso que una visita al psicólogo tampoco le vendría mal a Eli (y a los Giants en general), porque en muchos partidos se le ve con cara de susto y se viene abajo en momentos donde prima lo físico.

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  2. Ahí le das Rubens, los Giants pillan una pájara cada temporada, sin saber porqué, y se desploman en la clasificación: psicólogo para todos!

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