Campos de sueños

Hace algunas semanas escribí (perdón por la autocita) acerca de la mítica del deporte concentrada en un punto del universo, el Lambeau Field de Green Bay. Esta mañana me he planteado cual es el estadio, de todos los que pueblan la NFL, más bonito. Cierto es que la belleza es un término muy extenso, que puede englobar conceptos totalmente opuestos aunque válidos entre sí.  Desde la noche de los tiempos mesopotámicosa hasta la antigua Grecia, desde las civilizaciones precolombinas, pasando por el Renacimiento, hasta llegar al arte contemporaneo, el ser humano se ha esforzado en crear "belleza" entendida siempre bajo conceptos cambiantes. Al fin y al cabo, ¿qué es la belleza?, ¿cuántos tipos existen de ella?. No, no quiero perderme por más tiempo en disquisiciones filopatéticas: el estadio más bonito será, en este caso, el que más me gusta, por el motivo que sea.

Así es que me he puesto a la tarea con gran ilusión. Lo primero que me ha sorprendido ha sido comprobar la (relativa) escasa capacidad de los estadios; la verdad es que creía que, de forma general, tenían una mayor capacidad. Pacientemente los he organizado en 3 grupos:

1. Los que no llegan a 70.000 espectadores: 

• Soldier Field, Chicago Bears (61.500)
• Lucas Oil Stadium, Indianapolis Colts (63.000)
• Oakland-Alameda County Coliseum, Oakland Raiders (63.026)
• University of Phoenix Stadium, Arizona Cardinals (63.400)
• Hubert H. Humphrey Metrodome, Minnesota Vikings (64.035)
• Ford Field, Detroit Lions (65.000)
• Heinz Field, Pittsburgh Steeleres (65.050)
• Edward Jones Stadium, St. Louis Rams (65.321)
• Raymond James Stadium, Tampa Bay Buccaneers (65.657)
• Lincoln Financial Field, Philadelphia Eagles (68.532)
• Paul Brown Stadium, Cincinnati Bengals (65.535)
• Qwest Field, Seattle Seahawks (67.000)
• Gillette Stadium, New England Patriots (68.756)
• LP Field, Tennessee Titans (68.798)

2. Entre 70.000 y 79.999

• Candlestick Park, San Francisco 49ers (70.207)
• M&T Bank Stadium, Baltimore Ravens (71.008)
• Georgia Dome, Atlanta Falcons (71.228) 
• Qualcomm Stadium, San Diego Chargers (71.294)
• Reliant Stadium, Houston Texans (71.500)
• Lambeau Field, Green Bay Packers (72.922)
• Louisiana Superdome, New Orleans Saints (72.968)
• Cleveland Browns Stadium, Cleveland Browns (73.200)
• Bank of America Stadium, Carolina Panthers (73.298)
• Ralph Wilson Stadium, Buffalo Bills (73.967)
• Sun Life Stadium, Miami Dolphins (75.235)
• Invesco Field at Mile High, Denver Broncos (76.125)
• Jacksonville Municipal Stadium, Jacksonville Jaguars (76.877)
• Arrowhead Stadium, Kansas City Chiefs (79.451)

3. A partir de 80.000

• Cowboys Stadium, Dallas Cowboys (80.000)
• New Meadowlands Stadium, New York Giants / Jets (82.500)
• FedEx Field, Washington Redskins (91.704)

Para tener una referencia válida diremos que el Camp Nou tiene una capacidad de 98.798 espectadores, el Santiago Bernabeu 80.354 y tanto el Mestalla como el Vicente Calderón o el Sanchez Pijuan se sitúan en torno a los 45.000 a 55.000 localidades. Por tanto, aunque la media de los estadios de la NFL es superior a los de la LFP, tampoco hay tanta distancia entre unos y otros. Eso sí, los clásicos recintos futbolísticos europeos quedan a mucha distancia, en capacidad, de los americanos, en favor de los primeros.

Será una decisión harto polémica, lo sé (¿?), porque la competición es estrecha y en el camino se caen perlas como el University of Phoenix Stadium, el muy coqueto estadio de los Denver Broncos o los mastodónticos Cowboys Stadium, New Meadowlands Stadium y el colosal FedEx de Washington. Pero si dejamos la épica de los equipos a un lado, yo le daría el premio absoluto a un único estadio; a aquel situado en el 800 Occidental Avenue S. de Seattle, en el estado de Washington que, como pocos sospechan, no es donde se ubica la capital de la nación, sino justo en el otro extremo del país. En otras palabras: QWEST FIELD.

El recinto fue concebido por la firma Ellerbe Becket, afamado estudio de arquitectura, responsable de una larga lista de recintos deportivos entre las que destaca con luz propia una de las remodelaciones del Lambeau Field. Inagurado en el año 2002 por la módica suma de 430 millones de dólares americanos y con una capacidad total de 67.000 espectadores, el estadio es utilizado por los Seattle Seahawks con menor fortuna deportiva, para desespero de Moisés Molina.

El Qwest Field me encanta por la combinación de diseño de vanguardia, sobriedad, simpleza, moderninad, originalidad y contraste. Las onduladas líneas discurren bajo unas cubiertas que hacen su trabajo -proteger a los aficionados de las inclemencias meteorológicas- y a la vez crear un efecto "altavoz" gracias al cual el estadio pasa por ser uno de los más ruidosos de la NFL, tal es el grado de concentración de los sonidos que la hinchada emite.

Además, destaca poderosamente la ruptura visual que el fondo norte crea con sus ángulos rectilínios en contraste a las gradas centrales, ese fantástico marcador suspendido casi en el aire y, la imagen que guardo en mi retina, el skyline de Seattle como perfecta postal que cierra el círculo perfecto. Sin duda, un estadio arquitectónicamente fantástico aunque como siempre, cualquier opinión es bienvenida.