jueves, 7 de julio de 2011

Necesarios sí, pero prescindibles (en 10 razones)


Empezaré la réplica al artículo de Willy admitiendo que lleva su parte de razón. Para los entrenadores, la pretemporada es el perfecto banco de pruebas donde testear, descartar o mejorar estrategias. Incluso puede que sea la piedra de toque de algunos equipos, indecisos respecto la titularidad de algunas posiciones. Pero desde el punto de vista del aficionado, que en principio es el que me interesa más, intentaré ser lo más claro posible: los partidos de pretemporada son un auténtico PE-ÑA-ZO. Así las cosas os adelanto que soy de los que piensan que deberíamos acabar con todo tipo de partidos amistosos. No sólo los de la NFL, no. Prohibiría, esta misma mañana, cualquier encuentro de carácter no oficial en todo el planeta, fuera del deporte que fuera excepción hecha del clásico "solteros contra casados". Así que ya os podéis imaginar qué pienso al respecto de los partidos de pretemporada. 


Fijaros si servirán de poco que incluso los jugadores piensan que, ante la disyuntiva de quedarse sin temporada completa, sería buena idea eliminar esos amistosos!. Ellos saben que bastan buenos entrenamientos para ganarse un lugar en el equipo y que, a lo largo de la temporada, no faltarán ocasiones de llegar a la titularidad. Lo que no cambian cuatro meses de competición, no van a hacerlo cuatro simulacros de partidos en agosto. Así que intentaré razonar mi postura a modo de breves puntos:

1. SON UN PEÑAZO. Necesarios para el entrenador, de acuerdo, pero insufribles para el espectador. Son un bodrio infumable, un ladrillo indigesto del tamaño del estado de Texas.

2. LA TENSION COMPETITIVA ES LA SANGRE DE UN PARTIDO. Y sin sangre, no es posible la vida. Ciertamente podemos aderezar el encuentro con el punto picante de la rivalidad histórica entre dos equipos, pero sin la tensión de la competición debemos remitirnos al punto 1.

3. PROTECCIÓN DE TITULARES. En la mayoría de los partidos amistosos, los titulares juegan a un 50% de sus condiciones y a menudo se reservan por miedo a una lesión. A partir del 15 de agosto, pocos titulares se atreven a cruzar la calle si antes no son acompañados por un cuerpo de seguridad privada y sus madres no les dejan entrar en la cocina por miedo a que se corten, así que imagináos lo que están dispuestos a hacer sobre un terreno de juego.

4. MEDIOS PARTIDOS. En el mejor de los casos y sumando todos los minutos, los que se saben en el roster titular no están sobre el césped más allá de uno o dos cuartos. Y, ¿de qué forma juegan?, ver punto anterior.

5. NI ESTAN, NI SE LES ESPERA. Así las cosas, si contemplamos los puntos 3 y 4, ¿qué clase de partidos pueden ofrecernos?. ¿Cómo comparar el rendimiento de un titular con el de un reserva?. Imposible.

6. NADA CAMBIA. Para un equipo cuya alineación titular está definido, los partidos de pretemporada solo son una toma de contacto. Ni siquiera los aficionados están dispuestos a conceder una oportunidad. Aún resuena por Minnesota el tremendo abucheo que recibió, a mitad de un partido del pasado agosto, Joe Webb.

7. NI NADA CAMBIARÁ. Es tan dificil que la opinión de un entrenador varie por la actuación de un jugador durante la pretemporada como que volvamos a ver jugar a Brett Favre (os pongo la respuesta en bandeja, lo sé!). Porque los titulares no jugarán como saben (puntos 3 y 4) y porque los reservas no tendrán de suficientes oportunidades reales (ver próximos puntos). Decidme, ¿cual es el % de casos en los que estos partidos han servido para substituir a un Qb#1, o un Rb#1?, ¿próximo al cero absoluto?, ¿verdad?. Puede pasar, sí pero...

8. DERECHA O IZQUIERDA. El único caso válido en el que estos partidos tienen utilidad es cuando un equipo cuenta con dos alternativas, casi siempre a punto de tomar el relevo de algún "grande" que ya se ha ido. Un buen ejemplo sería el rol de quarterback en los Arizona Cardinals de la pasada pretemporada pero pocos casos más. Y ahora pensad, ¿en cuantas ocasiones no habréis leído que el head coach declara que "el gran trabajo que está haciendo en los entrenamientos está inclinando la balanza a su favor". Porque en realidad todos sabemos que difícilmente dos quarterbacks con poca o nula experiencia conseguirán destacar o pasar por encima del otro durante una pretemporada. Alternarán un buen partido con otros de mediocres y así las cosas, el trabajo -puertas adentro-, las declaraciones públicas o el feeling, acabará por hacer que el entrenador decida.

9. ALTERNATIVAS. El fútbol americano -a diferencia de otros, permite alinear, durante un ejercicio, al mismo tiempo y sobre el terreno de juego a su ofensiva y defensiva. Si queremos que nuestro quarterback rookie sepa qué es estar en la NFL, es perfectamente factible disputar una simulación de un partido en condiciones reales -sin más restricciones que las que imponga el reglamento- y dejar que el pipiolo pruebe la leña de la liga más importante del mundo. Hagamos que el joven Newton se entere de qué va el cuento!.


10. DEFENSA DEL ESPECTADOR. La ONU, la OTAN, la UE y diferentes organismos internacionales, se han manifestado repetidamente en contra de la tortura y es difícil para los amantes al fútbol americano, imaginar peor castigo que presenciar un partido amistoso en mitad de agosto.

A todo esto, ¿cuando empiezan esos partidos?. Estoy dispuesto!.

3 comentarios:

  1. a mi esos partidos me distraen pero tienes razón sin contar cuatro jugadas el resto es un rollo

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  2. Es verdad que los entrenadores necesitan de los partidos de agosto, pero como aficionados, que es lo que somos, me uno a Jordi.

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  3. no seais tan duros. Tambien tiene su aliciente ver como lo hacen los nuevos aunque en general estoy con Jordi y a la vez con Willy

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