Una elección en segunda ronda para el draft de este año y una segunda opcional para el de la edición del 2011. Este es el precio en el que los Denver Broncos consideraron justo el acuerdo de traspaso de Brandon Marshall a los Miami Dolphins. La notícia ha servido, principalmente, para fortalecer a un amigo mío en una de sus más kafkianas teorías: "por muy buen jugador que sea un tipo, la disciplina ante todo".
El asunto es que generalmente conseguía reconducir su enfebrecida mente hasta el camino del sentido común, pero los movimientos de las últimas semanas están consiguiendo ponerme en jaque. Ya no voy a tirar del manido ejemplo del mítico Plaxico Burress y sus "extraños accidentes", pero ¿cómo justificar que los Pittsburgh Steelers se deshagan -por un más que módico "precio"- del siempre problemático Santonio Holmes y que los Denver Broncos se desprendan de uno de sus más destacados WR?.
Por si nadie lo ha notado, conseguir un WR de sólidas garantías es más dificil para una franquícia NFL que para cualquiera de nosotros, llegar a fin de mes sobrados de pasta. Obviedades al margen, a poco que uno se entretenga en tomar los datos que la NFL ofrece de esta última temporada y realice un ranking de WR tomando las yardas totales y el promedio de yardas por partido, se dará cuenta de que los ahora traspasados no son ningunos jugadores de segunda fila. Todo lo contrario, los Steelers han dejado ir a Holmes (sexto WR de toda la liga) con un promedio de 78 yardas/partido mientras que los Broncos han hecho lo propio con Marshall (décimosegundo WR) con un promedio de 74,7 yardas/partido. Y creedme cuando os digo que es más que seguro que no conseguirán incorporar a otro jugador que, en esta posición, iguale o supere esas cifras.
Urgando más en la herida ya abierta, si uno analiza el roster de ambos equipos podrá comprobar como la distancia que estos wide receivers mantenían con sus compañeros es casi insalvable. Así los Broncos únicamente cuentan actualmente con Jabar Gaffney, llegado la temporada pasada desde los New England Patriots, quien ha registrado esta temporada unas míseras 732 yardas (45,8 yardas/partido)... y tras él, el páramo. A orillas del río Ohio las cosas pintan solo un poco mejor, pero muy poco; excepción hecha de Hines Ward (con sus 1.167 yardas, 72,9 yardas/partido), hay que considerar a Antwaan Randle El (530 yardas, 33,1 yardas/partido) y a Mike Wallace (756 yardas, 47,2 yardas/partido).
Sí, estoy por apuntarme a la teoría de mi amigo respecto a la disciplina. De lo que no me cabe duda esta noche es de que aún contemplaremos más movimientos en los rosters de la NFL.
Lo de Holmes también se ha de mirar con la perspectiva de que al año que viene era agente libre, y esta temporada se pierde los 4 primeros partidos. A mi modo de ver han sacado algo por un jugador que el año que viene se les iba.
ResponderEliminarA mi me duele por que es un jugador que me gusta, pero esta claro que mis Acereros están limpiando su imagen a cualquier precio. ¿Será un buen año? A lo mejor es de transición, pero ya se verá en la SB.
Genial blog, me gusta tu manera de escribi. Es un placer leerte.
Toda la razón korete. Los motivos económicos pueden explicar bastante de los movimientos a los que estamos asistiendo. Pero con una NFL que va camino de eliminar los topes salariales -o por lo menos, ahí está la cuestión-, parece que los montantes actuales quedarían rebasados.
ResponderEliminarYo sigo siendo excéptico; si un club tiene que librarse de un jugador porque cobra demasiado, pero no tiene recambio para él, me parece una acción arriesgada.
Bienvenido al blog!
Y los Broncos también cuentan con Eddie Royal!Que a mi me parece muy bueno.
ResponderEliminarY lo de la disciplina antes que la calidad, con reservas, y más si son como jugadores como Santonio o Brandon Marshall. Y menos por lo que lo han vendido.
Saludos desde fumble my balls!