Juego de pase o de carrera?

Discutía ayer con un amigo sobre algo parecido a decidir si se quiere más al padre o a la madre?. Lo sé, una pérdida lamentable de tiempo, malgastado en un disputa absurda y estéril. Pero hubo un tiempo -prolongado- en el que me alejé de la NFL; fue la época en la que Troy Aikman (QB), Emmitt Smith (RB) y Michael Irvin "the playmaker" (WR) daban buena cuenta de cuantos rivales salían a su paso. Y sé que quizás cometa un pecado mortal pero admito que me aburría soberanamente ante el televisor mientras Troy combinaba, una y otra y otra vez con el imparable Smith y este se limitaba a rebasar las líneas enemigas por cualquier miserable hueco que sus compañeros lograran abrir.Y sino lo lograban, Emmitt bajaba el culo, impactaba, rebotaba, volvía sobre sí mismo, fintaba, amagaba, saltaba y corría hasta sembrar la desesperación en la defensiva contraria.

Yarda a yarda, down a down, hasta consumir la mayor parte del tiempo de juego y, porque no decirlo, toda mi paciencia. Quizá fuera por esa razón que Irvin intervenía justo en el momento indicado; con las defensas cerradas, enloquecidas por parar a ese RB del diablo, Aikman oteaba el horizonte, soltaba su colosal brazo y se sentaba a contemplar como cabalgaba el bueno de Irvin. Tan exagerado era el asunto que estoy convencido de que el playbook de los Dallas Cowboys de aquella época se componía de 2000 jugadas de carrera y 2 de juego aéreo. SÍ, hay belleza en todo ello, por supuesto. Y SÍ, el método funcionó: los Cowboys se hicieron con 3 Superbowls (XXVII, XXVIII y XXX) y revisando las estadísticas particulares de estos tres individuos y la larga lista de honores y reconocimientos que cosecharon, hay que admitir que sfueron totalmente merecidos pero hoy. Pero de la misma y arriesgada forma clamo al cielo que Troy Aikman, no sería competencia para los grandes QB's de la NFL y eso, no hay nada de malo en ello, es para mi una satisfacción.

[Brett Favre, destrozando a los 49ers, en el último segundo!]

[Montana, Rice y?... touchdown!]

Quizá mi mayor pecado fue interesarme por la NFL durante la década de los 80, cuando TV3 incluyó un fantástico programa semanal de fútbol americano. Hablo de pecado ya que por esa época solo un par de jugadores me mantenía con los ojos abiertos frente al televisor: Joe Montana y Jerry Rice. Y eso, claro!, marca un estilo y todos sabemos cuánto cuesta olvidarse de los vicios adquiridos!. Quizá por esa razón yo permaneciera anclado en el pasado a la búsqueda de un nuevo Joe Montana, mientras que algunas franquícias tenían claro hacia dónde se dirigía el fútbol americano de esa década: al juego terrestre.

Por supuesto, ni que decir tiene que mi amigo opina todo lo contrario: ¿qué hay de extraordinario en lanzar un pase a 40 yardas de distancia y convertir la suerte del juego en una disputa 1x1, WR contra la secundaria?., se pregunta ignorantemente. Contemplar a Peyton, Brady o Brees practicar el juego aéreo puede ser, estéticamente, algo digno de ver pero en nada se puede comparar a los movimientos de la línea ofensiva creando espacios donde no los hay. El juego de los centers, los estrechos pasos -ríanse de las Termóplilas- dibujados de la nada por los guards o los tackles, etc... Sin ir más lejos: si Brett Favre hubiera jugado a la carrera en su último ataque durante la final de Conferencia frente a los Saints y se hubiera limitado a situar su drive a distancia de field goal, probablemente los Vikings hubieran disputado la Superbowl. Vaya, no sabía que mi amigo tenía tanta mala leche!.

[Marcus Allen en uno de sus clásicos "vuelos"]

Al final,como no podía ser de otro modo, coincidimos que es imposible hacer una elección por separado porque ambas acciones, pase o carrera, son parte de un mismo juego, atacar. Y además, no se puede prescindir de la una en favor de la otra: si un equipo tiene un buen juego de carrera será más fácil recurrir al pase cuando lo necesite y al revés (bueno, salvo que Favre dirija el ataque en cuyo caso, cualquier cosa es posible!).